• Preparando el domingo infancia

Preparando el Domingo (Niños)

II DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO

ESTE FUE EL PRIMERO DE LOS SIGNOS QUE JESÚS REALIZÓ EN CANÁ DE GALILEA

19 de enero de 2025

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PRIMERA LECTURA:
“Se regocija el marido con su esposa” (Isaías 62, 1-5)

SALMO:
"Cantad las maravillas del Señor a todas las naciones” (Salmo 95)

SEGUNDA LECTURA: 
"El mismo y único Espíritu reparte a cada uno en particular como Él quiere” (1 Corintios 12, 4-11)

EVANGELIO:
"Este fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea” (Juan 2, 1-11)

 

En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.
Faltó el vino, y la madre de Jesús le dice: «No tienen vino». Jesús le dice: «Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora». Su madre dice a los sirvientes: «Haced lo que él os diga». Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Jesús les dice: «Llenad las tinajas de agua». Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dice: «Sacad ahora y llevadlo al mayordomo». Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llama al esposo y le dijo: «Todo el mundo pone primero el vino bueno, y cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora».
Este fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea; así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él. Después bajó a Cafarnaún con su madre y sus hermanos y sus discípulos, pero no se quedaron allí muchos días.  

(Juan 2, 1-11)

 

Introducción

Hoy vemos a Jesús, a María y a los discípulos como invitados a una boda. Una boda especial por muchos motivos, uno de los que llama más la atención al principio es que los invitados se quedan sin vino, parece que ante esta situación pueda acabarse la fiesta, acabarse la alegría… Pero María está siempre atenta a las situaciones de la vida, y se percata de ello, pidiéndole a Jesús que solucione el problema. Puede parecer por las palabras de Jesús a María en un primer momento: “Mujer ¿qué tengo yo que ver contigo?”, que ese trato a su madre sea un poco duro, pero ella entiende, y sabe que la voluntad de Jesús es también hacer lo que ella le pida. Y así les propone a los sirvientes que escuchen y hagan lo que Jesús les dice: “Llenad las tinajas de agua.”.

Aunque ellos no entienden lo que Jesús les plantea, sin dudar, con plena confianza, y aunque sea un trabajo costoso, llenan las tinajas y ahí se produce el milagro: el agua se convierte en vino, en el mejor vino.

Esta es la primera vez que Jesús realiza un milagro, un signo ante los demás, y fue para dar Gloria a Dios, y para la conversión de todos los allí presentes, porque como os habréis percatado, los discípulos también estaban disfrutando de la boda, y tras ver a Jesús realizar este milagro, ellos creyeron en él, y entendieron que fiarse de Jesús, y hacer lo que él nos propone, aunque al principio parezca mucho trabajo es encontrar la alegría de sentirnos invitados siempre a la boda.

Ver

¿Alguna vez has asistido a una boda? ¿Disfrutaste con alegría con todos los que allí estaban? Si te hubieses encontrado en la misma situación que nos dice el Evangelio, imagina cómo hubieses actuado ante las palabras de Jesús: Llenad las tinajas. Es una propuesta a escuchar lo que él nos dice. Vamos a leer el texto de nuevo, imaginando que nosotros somos los siervos y tenemos que cumplir esa tarea, que María y Jesús nos piden.


Juzgar

María está atenta siempre a las situaciones en las que nos encontramos, Ella es la madre de Jesús, y nuestra madre. Cuando ella pide a Jesús por nosotros, Jesús está contento. Pero a veces es difícil entender a Jesús, fiarnos de él, como lo hacía María, como lo hacen nuestras madres, y hacer la tarea que nos piden, sentirnos como esos sirvientes que escuchan su voz, y hacen lo que toca. Los discípulos llevaban mucho tiempo con Jesús, se fiaban de él, y entendían sus palabras, pero aun así, no se dieron cuenta de que el milagro de Jesús de hacerse presente en el banquete de la boda era la fórmula más importante para seguirlo.

¿Y sabéis cuál es el mejor banquete, al que podemos acudir para tener las fuerzas necesarias para servir a Jesús? Pues la Eucaristía. Jesús en ese banquete a diario, hace el milagro, con su cuerpo y con su sangre, se hace presente en cada uno de nosotros. Es la fiesta y la alegría para nuestras vidas.

Actuar

Durante la semana vamos a tratar de estar atentos a las cosas que Jesús nos pide en el día a día para ser como los siervos del evangelio, y poder ser un hijo que atiende y obedece a su madre. Podemos pedirle a nuestra madre, María, que nos ayude a llegar a cumplir la voluntad de Jesús. Por ejemplo, podemos pensar en nuestra oración a diario. Jesús nos pide que hablemos con él como nuestro mejor amigo. ¿Sirve para algo rezar? ¿Lo hago a diario? También nos invita al banquete de la Eucaristía todas las semanas. ¿Me cuesta acudir cada domingo a la celebración en mi parroquia?

Podemos invitar a nuestros amigos que no conocen a Jesús todavía al banquete de la boda, y compartir la alegría de que si nos fiamos de Jesús, todo irá bien en nuestra vida y en la de los demás.

Oración

Haced lo que él os diga
Y convertiréis el pozo gris
en puerta de color
El rescoldo en hoguera,
El balbuceo en canto,
La borrasca en fiesta.

Haced lo que él os diga,
o, mejor aún, lo que él haga.

 

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